El pasillo es largo pero no imposible de terminar, a medida que caminamos a través de el nos damos cuenta que el camino es cada vez mas angosto y mas oscuro, cada vez nos sentimos mas solos y mas desorientados, pero de golpe nos topamos de frente con una puerta al final del pasillo, aquella puerta que nos llevara a recorrer otros caminos, la cual al cerrarla se dará por terminado un camino que no se volverá a recorrer jamas.
Al salir, la libertad y la luz que entra por las ventanas encandilara nuestros ojos.Cada vez mas cerca de la libertad, la presión y la responsabilidad nos abruma y de nuevo nos encontramos al final del camino , pero esta vez nos topamos no con una sino con múltiples puertas las cuales ocultan un destino incierto y muy diferente entre si, algunas son mas artísticas , otras mas económicas, pero ante todas tenemos el mismo miedo, equivocar la puerta y encontrarnos con los leones. Para mal o para bien , voces en nuestras cabezas nos tratan de inclinar por una puerta o por otra, muchos tratan de sacarnos presión, pero no lo logran y generan lo contrario.
La vida es un constante abanico de posibilidades, depende de nosotros elegir bien.Si uno tiene miedo a fracasar, se queda sentado en el sillón del olvido dejando pasar la vida, esperando que el tren indicado toque timbre en su puerta para así despertar y volver a dar signos vitales. El que quiere triunfar solo lo hará arraigándose, abriendo aquellas puertas sin temor, pero con inteligencia
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